Excursión a la mina Costanaza y la Cueva Chiquita

Por fin, tras dos largos años, hemos podido hacer una excursión todos juntos. Desde bien temprano seguro que estabais con las mochilas preparadas…

Nuestro recorrido ha sido por el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara y nuestra primera parada, en la mina Costanaza de Logrosán. Hemos empezado repartiéndonos en tres grupos, mezclados tercero y cuarto, para hacer las visitas a los diferentes lugares de la mina. Como buenos mineros, los cascos han sido nuestros primeros acompañantes

Nuestro grupo ha visitado el Polvorín en primer lugar, aunque ahora ya no guarda explosivos sino algo mucho

más bonito: una colección de minerales …

Y al apagar la luz y dejar una luz ultravioleta -como las de las discotecas-, nos ha permitido conocer esta maravilla: los minerales fluorescentes y nos explicó la diferencia con los materiales reflectantes 

Después hemos visitado la mina bajando en ascensor hasta las

galerías, que hemos recorrido junto a Mari Paz, la directora 

Pero todos los grupos han estado, aquí está la prueba de ello

 

Ya tocaba la sirena del recreo así que paramos a merendar…

Aún nos quedaba mucho por ver, 

 había que coger fuerzas.

En el laboratorio y el museo vimos la importancia del mineral que se extraía, el súper fosfato, su uso como fertilizante y su comercialización, además de comprobar qué duro es el trabajo de los mineros

Y nos explicaron muchas cosas sobre los fósiles y los minerales 

que se han encontrado por el Geoparque 

Estuvimos prestando mucha atención y se nos pasó el tiempo volando 

Desde Logrosán hasta Cañamero tardamos muy poquito, así que fuimos directamente a comer

Y de allí al centro de visitantes 

Minerales y fósiles, además de una maqueta del Geoparque…

¡Y ahora nos quedaba la rutita hasta la cueva Chiquita!

Un paseo junto al río Ruecas en la que Jairo, el guía, nos fue contando curiosidades, como el loro, un árbol de la zona tan antiguo que ya existía en la época de los dinosaurios 

¡Allí , por fin, descubrimos las pinturas rupestres!

Y la leyenda de la Cueva, que podréis contar en casa…

La vuelta fue más rápida y aún nos esperaba la última sorpresa:¡el helado!

Acabamos cansadísimos pero muy contentos porque todo salió genial